Construction Time Again es uno de mis discos favoritos de Depeche Mode. Con permiso de la clase magistral de construcción de canciones pop con sintetizadores que me parece Speak & Spell, su primer álbum y A Broken Frame en donde empiezan a definirse más claramente, en este tercero es, en mi opinión, cuando a Martin Gore se le va la olla del todo con los samples y ello termina llevando a la banda por el increíble camino que hoy conocemos.
Para los profanos: un sample es básicamente una grabación de un sonido que se reutiliza en una composición como si fuese un instrumento más. El sampler por otro lado es la máquina que utilizamos para manejar y editar los mismos. Si alguna vez has manejado uno nada de lo que voy a contar aquí te va a resultar especialmente sorprendente, pero personalmente sigo sin dejar de maravillarme con las posibilidades creativas que esto implica. De esto es de lo que vengo a hablar hoy.
Quienes no conozcáis mi ciudad, Santander, tenéis que saber que una de las mayores aficiones de los últimos años entre nuestros gobernantes locales ha sido la construcción de escaleras mecánicas. Algunos santanderinos creemos firmemente que si existe el ascenso a los cielos, se produce sin duda a través de una escalera mecánica. Esto no implica necesariamente que nuestro consistorio invierta en su mantenimiento, lo que a menudo da como resultado sonidos característicos del barrio, como este:
Esto además de un ruido molesto, es la posibilidad de que mi ciudad tenga presencia en mis composiciones, de añadir la «textura sonora» de mi barrio a una canción. Si te fijas en esa grabación enseguida podrás distinguir tres tipos de sonidos percusivos diferentes. Supongamos ahora que programamos un sonido clásico de batería, tal que así:
Y ahora, vamos a sentirnos un poco Martin Gore de AliExpress y vamos a combinar las dos cosas, poniendo el sample de las escaleras en un segundo plano bajo los golpes de batería y agregándole también un poco de reverberación (el efecto de cuando gritas en una cueva). Nos queda un sonidillo industrial bastante simpático, tal que así:
Mola ¿no?
Pero me apetecía enredar un poco más con esta idea de las texturas. Un día, viendo la rejilla metálica de una papelera que tengo por casa, se me ocurrió que tal vez el sonido de rascar sobre la malla podría aprovecharse también. Así que me puse a grabar varias tomas de esa idea, algo así:
Quería hacer una intro chula para uno de mis temas, un sonido de transición que introduzca la ritmica principal. Así que, recogiendo este sonido y aplicándole de nuevo una fuerte reverberación y algunos filtros y ecualizaciones llegué a esto, que combinado con lo anterior queda tal que así:
¿Y por qué hacer todo esto si puedo, seguramente, descargarme otros samples y sonidos similares de internet? Pues porque gracias a ello aprendo cosas, me lo paso bien y sencillamente: porque me apetece.
Experimentar con los sonidos mola y es divertido, lo que no implica necesariamente inventar nada. Todo esto lo inventaron los Depeche Mode hace muchos años y es fantástico que podamos seguir escuchándolo y aprendiendo de ello, que podamos imitarlos haciendo nuestras movidas y pasarlo guay. Esta mañana tuve una conversación muy divertida sobre esto en un grupo de música en el que participo. Un día de estos os hablaré de mi concepto del «plagiazo» y de por qué pienso que deberíamos utilizarlo más honestamente, sin artificios como los del homenaje o la referencia.
Pero de momento por hoy ya está bien, espero que hayáis disfrutado con esta entrada.
Deja una respuesta