La imagen de portada es del comic «¡Odio desatado!», un autorregalo que me he hecho estas Navidades. Peter Bagge es uno de los autores con los que mejor me lo paso y este 2024 ha regresado a la publicación de «Odio», una serie de tebeos que nacieron en Seattle en pleno apogeo del grunge y que terminaron a finales de los 90. Me parecía gracioso arrancar un texto post-navideño con esta intro.

Mi posición con respecto a las Navidades suele ser a estas alturas más de indiferencia que de odio. Lo que si es cierto es que estas fechas suelen ser sinónimo de perder un poco de vista las obligaciones laborales y tener tiempo para avanzar en movidas como esta. Así que, además de este espacio en el que escribo, de estos días también han salido varias sesiones de ensayo de las que un par de ideas de canciones nuevas asoman por la puerta.

Pero las Navidades también son sinónimo de caos y por eso ahora que ya hemos dejado atrás la vorágine de comilonas, planes improvisados y compromisos varios es buen momento para volver a poner un poco de orden en esta maraña de cosas.

Vamos pues a lo importante. Algunos me habéis preguntado por las canciones. Y quiero ser full honesto con esta parte. Puede parecer extraño pero, ahora mismo oficialmente hablando: no hay canciones. Como os comentaba, quiero rehuir un poco esa idea de la inmediatez y descubrir abiertamente el proceso que voy tomando.

¿Qué es lo que hay entonces? Pues exactamente, después de estos últimos ensayos navideños puedo decir que hay un total de seis bocetos que tienen principio y final. Algunos de ellos se convertirán en canciones en el momento en que les vaya dando sus últimos retoques. Sus títulos provisionales: «el plagiazo de New Order», «el plagiazo de DEVO», «el plagiazo de…»

Nótese que he escrito «algunos de ellos» de manera intencionada. Las primeras canciones las hice el pasado verano y a medida que voy avanzando voy también definiendo más y mejor el sonido que me gusta, el tono que le quiero dar, las cosas que quiero contar… en definitiva: el camino que quiero que esto vaya tomando. Ello implica que en el punto en el que estoy habrá descartes. Y es que los descartes también son una parte importante del proceso creativo: no todo lo que hacemos es bueno o tiene cabida en el contexto.

También tengo unas cuantas grabaciones de ensayos, con sonido directamente recogido de la mesa de mezclas con una grabadora. Estas grabaciones las utilizo para repasar en casa las cosas que voy haciendo. Muy probablemente en algún momento deje caer algunas de ellas ya que me parece divertida la idea de recuperar el concepto de «maqueta», actualizado a los tiempos actuales.

Dicho esto, agradeceros a los que os habéis sumado de un modo u otro a seguir esta movida y animaros a que me comentéis todo lo que queráis. Por mi parte seguiré comentando los avances que vaya teniendo. La cosa lleva buen ritmo, pronto igual hay hasta canciones.